Sergio Fuentes

Amalia y Manuel no son unos músicos de boda más. Son artistas, llevan la música en la sangre y eso fluye. Además de su extensa formación y su calidad humana. Y el hecho de que sean pareja aporta una complicidad y armonía que no se consigue con mil horas de ensayo. Nosotros queríamos una boda celta y ellos como su nombre indica son los más apropiados. No se lo pusimos fácil, la ceremonia era larga y tenían que entrar en muchos momentos diferentes pero lo hicieron perfecto. El entrar a la ermita con su música sonando daba paz pero a la vez ponía los pelos de punta de emoción. Todo el mundo nos dijo al salir que la música fue magistral y venimos de una familia melomana, con lo que tiene mérito. Si tienes claro lo que quieres, ellos lo hacen y sino, te asesoran para que sepas que buscas. Si les pides una pieza, la preparan sin problemas. El hacer las fotos de boda en el propio pazo hizo que estuviésemos escuchando toda la música del cóctel, pese a estar algo alejados en los jardines. Con lo que podemos decir con propiedad que absolutamente en todo momento estuvieron increíbles. Si los escogéis, no fallaréis y vuestros invitados quedarán muy satisfechos. Chicos, os deseamos lo mejor en vuestra nueva etapa tanto personal como profesional. Larga vida a la música.